los siete pecados de la inversión

Los Siete Pecados de la Inversión

Al igual que ocurre en el mundo real, los inversores se enfrentan a muchas tentaciones, que le alejan de su objetivo, ser rentable. Los cristianos tienen sus siete pecados capitales, y los inversores pueden “presumir” de tener los siete pecados capitales de la inversión.

Los pecados del pequeño inversor

1. Orgullo
El orgullo no nos deja admitir que nos hemos equivocado, y asumir pérdidas. Al igual que ocurre con las posiciones ganadoras, que no somos capaces de mantenerlas, las posiciones perdedoras suelen enquistarse en las carteras de los inversores.
Confundimos los términos, y en vez de cortar rápidamente nuestras pérdidas, y dejar correr nuestras ganancias hacemos justo lo contrario, lo que se traduce en tener esperanzas cuando deberíamos ser miedosos, y miedo cuando deberíamos tener esperanza.los siete pecados de la inversión
2. Lujuria
La lujuria tiene que ver con el aspecto exterior, y lo ataryente que puede ser una empresa. Recuerdo perfectamente el caso de Gowex en el MAB, es cierto que la contabilidad estaba trucada, pero cualquier inversor sensato se habría dado cuenta que su negocio no tenía ninguna lógica. Lo mejor siempre es fijarse en los fundamentales, y en la solidez de un negocio, en vez de dejarse llevar por la envoltura.
3. La avaricia
Las inversiones de alto riesgo, son eso, de alto riesgo. Los inversores harían mejor en comprar acciones cansadas y aburridas, que invertir en promesas que no sabemos si se cumplirán. En esta ocasión hay que volver a mirar los fundamentales, ya que si es cierto que puede haber empresas prometedoras, de gran crecimiento que pueden parecer arriesgadas, pero que no lo son.
4. Ira
Después de una pérdida, la ira puede ser una mala consejera. En muchas ocasiones, se culpa a los demás de lo que nos está sucediendo: el mercado, otros inversores, la empresa en la que invertimos, cuando en realidad los únicos culpables somos nosotros, por no haber hecho convenientemente nuestros deberes.
Después de cerrar una operación con pérdidas, muchos inversores saltan a la siguiente, con sed de venganza, sin volver a tomar las precauciones adecuadas…esta es la forma más segura de arruinarse.
5. Gula
La gula provoca una falta de autocontrol y equilibrio. En la inversión, la gula nos lleva a poner todos los huevos en la misma cesta. Cualquiera sabe que no se deben poner todos los huevos en la misma cesta, que la diversificación para el pequeño inversor es un cortafuegos ante los posibles errores que podemos cometer.
6. Pereza
La pereza para el inversor tiene dos caras. Por un lado si no hacemos nuestros deberes por pereza, no miramos las cuentas de las empresas en las que invertimos, estamos descuidando una parte importante de nuestras funciones.
Por otro lado, una “sana” pereza nos ayudará a no tomar decisiones precipitadas, y mantener nuestras acciones compradas hasta que nos den todos los rendimientos posibles.
7. Envidia
¿Te gusta la cartera de tu vecino? ¿Piensas que obtiene mejores rendimientos? Si te sientes mal escrutando la cartera que tiene Warren Buffett, lo mejor que puedes hacer es aprender de el, y no dejar que la envidía te produzca malas sensaciones.
Estos son los siete pecados capitales de la inversión, que afectan a un gran porcentaje de inversores, en mayor o menor medida. Lo importante es reconocer “que hemos pecado”, y cuanto antes poner soluciones, para que no se vuelva a repetir.
¿Eres un pecador? Existe el perdón…